
Me decía el Rato P que el viaje no se resuelve en la gratuidad del pasaje para beneficio de una circunstancia. Atravesar esa lágrima de la geográfica y ostentosa mirada completa el retorno, y así, mirar más de lo que se puede ver. Sin ir más lejos, hay saltos que siempre estuvieron al lado de insuficientes obsesiones. Por mera compañía, por naves quemadas.